martes, 29 de junio de 2010

A Punto de Morder la Manzana

Así de crudo es este post. Lo pensé mucho antes de escribir y llegué a la conclusión de que no tengo nada que perder. Lo peor que me puede pasar es que reciba comentarios moralistas que cuestionen mi integridad.

Breve Anamnesis: Relación de pareja de 4 años y algo. Etapas de crisis relacionadas a la crianza prácticamente superadas (o asumidas). Tedio propio de la rutina, o así lo quiero entender. Después de tener a mi primer hijo me dejé estar, lo reconozco, pero este año me propuse volver a ser la de antes, más delgada, arreglarme diariamente y sentirme bien conmigo misma. Creo que lo logré incluso mejorando la dramática cifra de frecuencia sexual que estaba por el suelo, por no decir nula. Ahora tomo la iniciativa, me pongo pijamitas coquetos y transparentes y no temo en andarme paseando en ropa interior.

De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de mi potencial atractivo y de que mi autoestima ha incrementado considerablemente respecto a cómo me percibía hace 6 meses atrás, lo que ha implicado enfrentar situaciones que ya había olvidado del tipo coqueteo. Yo me asumo coqueta por naturaleza. Quizás me congelé porque no me sentía segura, pero ahora es diferente.

Particularmente, hay un NN que me resulta tremendamente interesante. Mucho mayor que yo pero tremendamente bien conservado, inteligente e irónico, atrae mi atención hasta el punto de hacerme pensar "y qué pasaría si..."

Escribo y me pongo nerviosa. Creo que jamás había estado tan cerca de morder la manzana. No tengo ningún interés en perder la estabilidad que tengo y sigo proyectando mi sueño de hacer familia con quien estoy.

¿Cómo se convive con ambas "emociones"?

viernes, 4 de junio de 2010

Sin Asunto

por Kai

Tengo pena. Me falta algo y no sé lo que es. Siento que lo que soy para él no es suficiente, pero tampoco sé qué cosa sí sería suficiente. Siento que su energía la tiene puesta en otro lado. Lo que lo mueve, lo que le da sentido a su vida –por decirlo de alguna manera-, son otras cosas.
El eje de su vida, según lo que yo veo, es alcanzar metas. Ser más reconocido, poder exigir un mejor sueldo, ir a más lugares, poder comprar lo que quiera, lo que antes no podía. Codearse con gente. Acceder. Eso es lo que el goza. Lo que lo llena, lo que lo hace feliz. Demostrarse y mostrar que él puede.

Y siento que yo, los niños y esta casa, son grandes logros para él y como tales, nos valora lo suficiente. Y además de valorarnos, nos cuida responsablemente. Para sostener esto hay que trabajar y esa es su especialidad. Ya que tenemos niños, hay que comprarles ropa, comida y juguetes, ponerlos en un buen colegio y sacarlos a pasear de vez en cuando. Es algo que él sabe que hay que hacer y por lo tanto lo hace. Que no es lo mismo que disfrutarlo. Y después del trabajo, se viene derechito a la casa, porque andar por ahí farreando no corresponde teniendo familia. Pero yo no siento que le den ganas de llegar a la casa para ver a sus hijos que crecen tan rápido y compartir un rato en el día conmigo, su mujer. Por eso cuando está acá su actitud es como la de quién está haciendo hora en una sala de espera. Buscar algo en la tele, jugar en su teléfono. Y claro, estar atento a algún llamado del deber, como jugar con la pequeña y contarle un cuento al mayor. O conversar conmigo. Pero siempre hay que pedirle. Cuando uno le pide, lo hace. Cumple y vuelve a lo del.

Así que en lo concreto no hay nada que le pueda reclamar. Porque cumple con todo lo que le corresponde y si algo falta es cosa de decírselo y lo hace. Para eso tiene buena disposición. Lo que no tiene es iniciativa.

Se me ocurren varias frases para justificarlo. Que es hombre. Que tuvo tantas carencias en su infancia. Que no está acostumbrado a convivir con mujeres. Que yo tampoco soy perfecta.

La verdad tampoco es que lo culpe.

Es sólo que se me pierde el hilo conductor. La gracia de “estar en pareja”, más allá de tener un sostenedor del hogar y alguien a quién recurrir. Alguien que tiene que ayudarte y andar contigo porque le corresponde. Alguien con el que puedes contar, porque es su responsabilidad que así sea. Alguien que se despide con un beso en la boca, porque es lo que hacen los maridos cuando se despiden de sus señoras. No creo que haya otra motivación más allá de eso.

Porque ahora no hay nada más. Si sacara todas nuestras responsabilidades y proyectos compartidos, no sé que nos queda. No sé si alguna de sus listas de intereses o cosas que le gustaría hacer, algún día, cuando tenga tiempo, están el estar conmigo, simplemente por estar.
He llegado a pensar que no se le puede pedir más a un hombre. Al mío al menos. Que son galanes y románticos y te hacen creer que sienten como tú, porque necesitan encontrar una mujer por una cosa instintiva, para procrear y perpetuar la especie. Pero no porque disfruten ni necesiten de su compañia.

He escuchado que algunos hombres parecen, la menos, estar siempre necesitando sexo y he ahí un punto de encuentro matrimonial. Bueno, no es el caso de mi hombre tampoco. Pasa por la vida como si prescindiera de eso. Y lo peor de todo, es que ni siquiera creo que tenga una amante. Creo que no lo necesita. Ya no sé nada en realidad. Y a él se lo he dicho todo y sigue sin entender en dónde es que está el problema. Si él hace todo lo que tiene que hacer...

miércoles, 21 de abril de 2010

Viaje = Tolerancia = Nube = Felicidad


Por Mujer de casi 30

Hace meses que estamos craneado nuestras vacaciones a Europa y hace dos se compraron los pasajes para este 23 de abril. Como comprenderán la situación es compleja... Prefiero remitirme a cómo se hizo el itinerario y cómo se han ido organizando los diferentes temas domésticos involucrados: el regado de las plantas, la compra y armado de maletas, la cámara de fotos en mal estado, la compra de euros, de seguro obligatorio para entrar a la comunidad europea (eso ya suena complejo), calzar los horarios de los pasajes económicos respetando los de nuestro pequeño hijo, etc.

Cuando escriba con "cursiva", deben oir la voz masculina. Demás está decir que los temas siempre los tenía que poner yo sobre la mesa, de lo contrario mis 3 semanas de vacaciones se hubieran transformado en estar dentro de las 4 paredes de mi hogar. Si no hubiera sido porque llevamos dos años y medio sin vacaciones, la situación de encierro no me hubiera incomodado para nada.

Diálogo 1: ¿Vamos finalmente? Sí, vamos.

Diálogo 2: Compré los pasajes. Nos vamos el 23 de abril, así que hay dos meses para organizar el stock de los locales y el itinerario. Ok.

(Después de un mes)
Diálogo 3: No tenemos nada organizado. ¿Qué ciudades te interesa conocer? Yo quiero ir a ver a mi hermano a Barcelona, Paris porque es un ícono en sí mismo y recorrer costa para sentir que tenemos verano. Sueño con tomar sol en una isla griega y conocer el Gran Bazar de Estambul. Ir a ver a tu hermano, obvio y después... no sé po', Paris... eh, mejor propónme un itinerario y veo si me gusta.

(Después de una semana)
Diálogo 4: Ya!. Esta es la ruta: Barcelona, Paris, Niza, Florencia, Venecia, Santorini, Atenas y volvemos desde Estambul. Chuta, ya... filo, empiezo a pensar en la plata y prefiero quedarme. Mejor decide tú. Ok, no iríamos a Noruega a ver a tu tía ni al norte de Alemania a ver a mi mejor amiga, porque nos alejamos mucho y se nos dispara el presupuesto. Además que en esa época todavía hace frío. Bueno, que no salga tan caro no más.

(A una semana del viaje)
Diálogo 5: Está súper complicado el viaje, probablemente sea mejor postergarlo porque la nube de cenizas es impredescible. Esperemos un par de días más a ver qué pasa. ¿Y si lo suspendemos y vamos a Brasil o un "todo incluido"? Olvídalo. No te imaginas la pega que fue hacer coincidir todo perfectamente. En el peor de los casos, lo postergamos un mes. Silencio.

(A tres días, después de llegar con maletas y euros comprados)
Diálogo 6: Oye, pucha... te quiero decir algo. ¿Qué pasó? ¿No crees que ya es suficiente lo que vamos a gastar en el viaje como para andar comprando maletas y miles de cosas? Perdón, pero sino ¿dónde llevábamos las cosas? ¿en bolsas? Pucha pero te vas a meter a lo más caro y yo en estación central he visto por 10 lucas maletas gigantes poh! Las compré en Saxoline, no es para nada el lugar más caro... Ah, si es por eso, te aplaudo porque no fuiste a Luis Vuitton entonces poh. Silencio. Silencio. Silencio.

Estamos a dos días y con la incertidumbre hasta el cuello.
Anoche preferí tragarme la rabia (hoy transformada en gastritis) y omitir que he hecho todo yo, que él no ha movido un dedo, que me tengo que preocupar hasta del último pañal de Mateo, de llevar paracetamol porque si le llega a doler la cabeza y no llevé ¡¡¡QUE HICE TODO ESTE TIEMPO!!!. Ni hablar si no llevo los cargadores de celulares. Me entrega a la ETA o me cambia por un camello en Turquía. Y todavía falta armarle la maleta... Ando en un sospechoso estado zen que me tiene francamente impresionada. Debe ser la alegría que me desborda el sólo hecho de saber que las probabilidades de pisar Barcelona han ido en aumento y mi complaciente postura ante la vida en el caso de que se suspenda el vuelo. Por algo será que no debemos alejarnos de los nuestros y de nuestro país, actitud espiritualmente extraña en mí. Quizás es el efecto post-terremoto. Lo anterior, implicaría suspender reservas y tickets cancelados y comenzar la gestión burocrática de reembolsos de "nuestro" (o mí) itinerario que no aceptaba errores, porque se supone que en Europa no ocurren retrasos en los vuelos ni menos en los veloces trenes, pinchadas de neumáticos de los buses, panas de bencina, etc.

Espero que mi rutina se mantenga y hoy sólo quede juntarme a celebrar mi viaje junto a mis amiguitas y mi fiel pisco sour (light), prohibido en mi actual dieta.

Y mañana, quedaría depilarme y armar maletas.

¿Qué final tendrá esta parte de mi historia?

martes, 13 de abril de 2010

Estar enamorada

Por Kai

Una sicóloga con la que me "hice ver" hace unos cinco años, me dijo, entre otras muchas  cosas, que uno de mis problemas era que no tenía "repertorio  para actuar los afectos". O algo así. Lo que yo entendí es que no es que sea un témpano de hielo, sino que yo tengo el sentimiento, pero no sé como demostrarlo.  Y también funciona al revés. Como no conozco el repertorio, no reconozco los gestos de los demás, porque en verdad no sé a qué corresponden exactamente. Con mis papás tengo una relación súper fría en lo que es la cosa de "piel", nunca he sido regalona ni mimosa. Con mis hermanos más chicos tal vez soy un poco más cariñosa, que es lo que queda de la relación que teníamos cuando ellos eran unos niñitos y yo la hermana mayor. No abrazo a mis amigas y menos tengo eso de tocarse o hacerse cariño en el pelo. Es más, tengo pocas amigas y a veces siento que me cuesta demasiado interactuar en el mundo de las mujeres, porque no manejo los códigos.  Para qué decir con gente que vengo recién conociendo.
En fin, a veces me siento como una discapacitada emocional y hoy en día el tema me afecta especialmente en lo que respecta al compañero varón. Porque él es más o menos de la misma onda.
Y pucha que nos cuesta ponernos románticos o celebrar aniversarios. Somos súper cómplices cuando se trata de planificar, ser sarcásticos, tomar decisiones, pero a la hora del romance, nos maniamos.¨
Y para mí es fácil decir que estoy convencida de haberlo elegido como compañer de vida, que sé que es mi mejor complemento, que nos llevamos bien, no peleamos y hemos logrado sobrevivir estoícos a la presión y el cansancio que significan los hijos. Lo admiro mucho por muchas cosas, me gusta su personalidad, le agradezco, sé que no debe ser fácil aguantarme. A veces miro para el lado, me llaman la atención otros hombres, pero sumando y restando siempre prefiero quedarme con el mío.
¿Es eso estar "enamorada"? ¿es suficiente? ¿como se siente el enamoramiento con los años? ¿son esperables a estas alturas las mariposas en la guata?

sábado, 10 de abril de 2010

Para tener en cuenta

Por Clo.


Antes de este, yo tuve dos pololos. Con uno duré un mes, y con el otro tres meses. Seguramente en sus respectivas listas de pololeos ellos ni siquiera me cuentan "...creí que era tu vida, y fui un segundo..." como dice la canción.
Poco me importa eso ahora, sólo lo cuento para que se hagan una idea, y para sacar a colación algo que aprendí gracias a uno de esos dos.

Ya ni siquiera me acuerdo a pito de qué, Fulanito uno vez me dijo: "mira Clo, si alguna vez yo no quiero estar más contigo, tú vas a ser la PRIMERA en saberlo". No se me olvidó nunca más, y no me siento del todo cómoda escribiendo acá, porque siento que hay cosas que Talo (mi actual pololo, padre de mi hijo) no sabe, porque no se las he dicho, y en cierto modo es injusto y un poco falto de respeto hacia él.

Estos siete años que llevamos juntos con Talo, a pesar de los altos y bajos, siempre nos hemos dicho las cosas, hemos solucionado nuestros problemas de pareja acudiendo el uno al otro, antes que a terceros (lo que no significa no haber comentado con otros, pero después de haber hablado entre nosotros). Tampoco se trata de que ya no tengamos ningún problema, pero ese "confiar en el otro" nos ha servido mucho, tal vez no en el mismo momento, pero a la larga MUCHO.

Para no extenderme tanto, he aquí un listado de las cosas importantes a saber:

- Llevaba un mes de pololeo con Talo, y ya tenía un mes de embarazo.
- Tener un hijo era y es mi máximo sueño de la vida.
- Nunca me cuestioné, ni se me pasó por la mente el hecho de estar separados, y de que mi hijo no tuviera una familia con papá y mamá felices y contentos, y juntos.
- Tanto en la vida de pareja como en la maternidad, me sentí absolutamente perdida.
- Apenas pude, escapé de las exigencias sociales y territoriales, que eran tan distintas a lo que yo necesitaba.
- Me separé de Talo, y me di cuenta de que no lo quería como pareja.
- Sufrí porque sentía que lo mantenía engañado, hasta que un día fui sincera con él, y le rompí un poquito su corazón.
- A mi me dolió tanto, que pensé que ese dolor no podía ser "por nada".
- Puse MUCHO de mi parte, y él también, para volver a enamorarme, o tal vez, para enamorarme por primera vez.
- Hoy no tengo dudas de nuestro amor mutuo.
- Pero queda tanto por solucionar...

lunes, 5 de abril de 2010

¿Chivo Expiatorio o Blanco Perfecto?

Por Mujer de casi 30

Ando idiota hace días. Creo que la falta de "actividad" me tiene mal. Durante el pasado fin de semana largo, nos cambiamos de depto a uno que yo quería, mucho más grande, cómodo, luminoso, con terraza, estacionamiento y vista al Parque Forestal.
Pero siento que este espíritu de que todo cambio es para mejor, todavía no se manifiesta a un nivel más allá del espacial. Durante los 3 días que demoró dejar todo en su lugar, sabía que estaba insoportable y que no tenía ni una palabra de cariño hacia El Hombre. Incluso mi mamá me dijo que no fuera tan pesada, tan dura. Sinceramente, siento que se me agotó la batería. Que mi nivel de tolerancia y de tragar mierda llegó a cero. No sé si sea sólo el distanciamiento físico que hemos vivido este último tiempo (no son pocos meses) o si debo escarbar más y más allá hasta dar con una explicación más trascendente. Me siento como el "hombrecito" de la relación, el que anda todo el día pensando en "eso". Incluso me da hasta verguenza escribirlo, pero si no lo hago este espacio no tendría sentido.
Será que mi pesadez lo aleja aún más? Qué es primero, el huevo o la gallina?

jueves, 1 de abril de 2010

El cartuchismo

Por Kai

Hace algunos meses, aburrida de la falta de "movimiento" en mi relación de pareja y con el problema de auto estima que eso conlleva, me encontré de repente enredada en una peligrosa conversación por MSN con un ex compañero de universidad. No era cualquier compañero, sino justo ese que me gustaba, que siempre encontré rico, pero nunca me pescó. Cuando ya habíamos terminado la U, tuvimos un encuentro amoroso, bastante ebrios, después de un carrete, pero al día siguiente yo tomé mis cosas y me fui. La cosa quedó ahí y yo entendí rápidamente que no era no más.
El asunto es que me lo encuentro en msn y del clásico "hola como estay" , pasamos a contarnos de manera  un poco más profunda cómo estábamos y rápidamente me sacó la foto de la sequía de la vida conyugal. Que le dijeran. El chiquillo que no tiene un pelo de tranquilo, se comenzó a mostrar inmediatamente interesado por mi problema, tratando de aconsejarme y sugiriéndome que cualquier día de estos nos podríamos a juntar a tomar un trago o algo, ya que está tan agradable la conversación. Y una que se sentía tan sola y sub valorada en ese momento, con un marido que con suerte me hablaba para preguntarme qué hay de comer y que tocaba mucho más a su blackberry que a mí.
Bueno, pero no iba a eso. Entre todos los sentimientos e ideas encontradas que me producía la propuesta, no dejaba de llamarme la atención que ahora el muchacho este mostrara tanto interés, siendo que cuando los dos éramos jóvenes, libres  y solteros,  no fue capaz de llamarme "al día siguiente". Yo intuía que la cosa iba por el lado de que la mujer casada es un trofeo atractivo para chicos malos como él y que a la vez mi estado civil le aseguraba una touch and go que no generaría mayor compromiso. Pero igual le pregunté. Podía hacerme la loca, pero no la amnésica. Y saben lo que me respondió el muy perla:
  • "porque me tinca que ahora estás más relajada, antes eras muy cartucha".
  • ¿cómo cartucha?, digo yo ingenuamente
  • "Sí po, esa ves que estuvimos, caché que erai súper trancada y eso me dio como lata"
Puede haber sido una simple excusa. Una manera de salir del paso. Pero por algo usó esa excusa y no otra. Porque parece que es verdad. No puedo negarlo. Soy súper reprimida. Pudorosa. Derechamente fome.

Y en ese momento se me dio vuelta la tortilla y recién entendí que el enfriamiento de mi relación con mi marido no era solamente SU problema. Tal vez era yo. Tal vez soy realmente una cartucha.
Aproveché la buena disposición de mi improvisado consejero,  conversamos un buen rato del tema y me insitió mucho que debía liberarme, que la vida es una sola y que hay que disfrutarla. Nadie sabe para quién tabaja, porque me inspiró a recuperar el tiempo perdido y hacerme cargo  de mis trancas sexuales. Simplemente no podí seguir reprimiendote a los 30 años, con dos hijos y una pareja estable. Si no es ahora, ¿cuando? No digamos que he avanzado mucho desde entonces, pero al menos tengo la inquietud. Acepto todo  tipo de recomendaciones

miércoles, 31 de marzo de 2010

Punto muerto

Por Mujer de casi 30

Súper autorreferente. Lo sé y perdónenme pero se me caen las palabras de la boca. Siento que estoy en una etapa en mi relación de pareja extremadamente aburrida. Jamás pensé que llegaríamos a este punto. Por eso llamé a este post "Punto Muerto". No estamos para nada mal, pero siento que esto tampoco califica como para decir "estamos bien". Cada noche creo que me acuesto con un amigo. Conversamos, nos hacemos cariños, tenemos extremadamente poco sexo. Sé que el excesivo horario de trabajo de él y el cansancio mutuo contribuyen a este distanciamiento, pero no lo justifica.
Envidio a los quinceañeros y universitarios que veo como se besan apasionamente, aprentándose, abrazándose casi como si estuvieran en el living de su casa o, mejor aún, en su cama. Añoro recibir un sorpresivo abrazo por la espalda y que me tomen de la cintura como si fuera lo máximo que hay en la tierra. Reconozco que soy coqueta (no calentona) y me gusta que me miren. Pero ¿a quién no? ¿cómo no me va a gustar que me digan que me veo linda, que estos más delgada? Sé que resulto atractiva y odio sentir que en las cuatro paredes de mi casa me miran como si fuera cualquier cosa. A veces me dan ganas de mandar todo a la mierda con la esperanza de que se cumpla la clásica profesía "cuando uno pierde las cosas es cuando las valora". Pero no tengo los cojones. Si le pregunto al macho qué le pasa, me responde con un "Nada pues mi amor, qué me va a pasar..." Entonces me hace sentir como si fuera enrollada, que busco problemas donde no los hay, pero estoy segura que no es normal. He llegado al punto de buscar huellas o pistas de infidelidad, pero nada. Se lo he preguntado directamente y me dice que no, que cómo se me ocurre algo así.
Les pasa?

Dato digno de considerar: llevamos sólo 4 años de relación.

Entrada N°2

Sólo para inaugurar y a modo de regalo de bienvenida a las colaboradoras de Exijo una Explicación!, próximas a cumplir los 30, les dejo una guía, que según los expertos, tiene mucho de verdad.
Mucha Suerte.

Kai.

Libertaaaaaaaaaaaaad!!!

Por Mujer de casi 30

Por fin. Una de nosotras lo propuso, otras se sumaron y una lo concretó.
Acá estamos para hablar sin censura, sin pelos en la lengua porque lo necesitamos, es sano y no le hacemos daño a nadie. Son temas que nos inquietan, que dan vueltas por el hemisferio derecho y el izquierdo pero no encuentran respuesta o contrapreguntas. Tampoco dan para llevarlos a un diván.
Entre nosotras no existen los juicios moralistas, ni discriminaciones, sólo tenemos unos grandes y empáticos ojos que leerán estos post "comunitarios" y rápidos dedos que opinarán al respecto.
Personalmente, no le "hago el quite" a ningún tema, pero hay ciertos tópicos que me cuesta más verbalizarlos y resulta más fácil y cómodo escribirlos. Acá va uno.
 

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