sábado, 10 de abril de 2010

Para tener en cuenta

Por Clo.


Antes de este, yo tuve dos pololos. Con uno duré un mes, y con el otro tres meses. Seguramente en sus respectivas listas de pololeos ellos ni siquiera me cuentan "...creí que era tu vida, y fui un segundo..." como dice la canción.
Poco me importa eso ahora, sólo lo cuento para que se hagan una idea, y para sacar a colación algo que aprendí gracias a uno de esos dos.

Ya ni siquiera me acuerdo a pito de qué, Fulanito uno vez me dijo: "mira Clo, si alguna vez yo no quiero estar más contigo, tú vas a ser la PRIMERA en saberlo". No se me olvidó nunca más, y no me siento del todo cómoda escribiendo acá, porque siento que hay cosas que Talo (mi actual pololo, padre de mi hijo) no sabe, porque no se las he dicho, y en cierto modo es injusto y un poco falto de respeto hacia él.

Estos siete años que llevamos juntos con Talo, a pesar de los altos y bajos, siempre nos hemos dicho las cosas, hemos solucionado nuestros problemas de pareja acudiendo el uno al otro, antes que a terceros (lo que no significa no haber comentado con otros, pero después de haber hablado entre nosotros). Tampoco se trata de que ya no tengamos ningún problema, pero ese "confiar en el otro" nos ha servido mucho, tal vez no en el mismo momento, pero a la larga MUCHO.

Para no extenderme tanto, he aquí un listado de las cosas importantes a saber:

- Llevaba un mes de pololeo con Talo, y ya tenía un mes de embarazo.
- Tener un hijo era y es mi máximo sueño de la vida.
- Nunca me cuestioné, ni se me pasó por la mente el hecho de estar separados, y de que mi hijo no tuviera una familia con papá y mamá felices y contentos, y juntos.
- Tanto en la vida de pareja como en la maternidad, me sentí absolutamente perdida.
- Apenas pude, escapé de las exigencias sociales y territoriales, que eran tan distintas a lo que yo necesitaba.
- Me separé de Talo, y me di cuenta de que no lo quería como pareja.
- Sufrí porque sentía que lo mantenía engañado, hasta que un día fui sincera con él, y le rompí un poquito su corazón.
- A mi me dolió tanto, que pensé que ese dolor no podía ser "por nada".
- Puse MUCHO de mi parte, y él también, para volver a enamorarme, o tal vez, para enamorarme por primera vez.
- Hoy no tengo dudas de nuestro amor mutuo.
- Pero queda tanto por solucionar...

3 comentarios:

Kai dijo...

para tener en cuenta... si po, uno no sabe mucho del making off de tu historia, por decirlo de alguna manera. Espero te sigas sintiéndo cómoda aquí para ir compartiendo cosas y si no, nos adaptamos.

Anónimo dijo...

Clo, que heavy tu historia. Y yo que pensé que la mía era flash.
Me parece de una valentía tremenda el stop que decidiste. Sin duda, fue fundamental para ser la pareja que hoy día son.
Coincido plenamente en que hay miles de cosas que no sabemos, nos desconciertan, decepcionan, alegran, enrabian, etc. de la vida "conyugal". Si bien, entrega grandes satisfacciones, la realidad supera indescriptiblemente a la ficción. Lo mimso aplica a la felicidad que conlleva el tener un hijo (o dos, como Kai). Son experiencias muy fuertes y producen contradicción. Hay momentos en que uno las disfruta tanto que jamás podría pensar en seguir viviendo sin ellas. En otras ocasiones ocurre lo contrario.
Tu final es como "esta historia continuará."
La espero.

J.XXI

Flo dijo...

Excelente el ejercicio de plantearse y cuestionarse si uno quiere estar donde está. Toma valentía, pero puchas que ilumina la cabeza y aliviana el corazón...

 

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